Una “two-way radio”, o radio de dos vías, es aquella que permite transmitir y recibir, a diferencia de los aparatos que tenemos en casa y que nos permiten escuchar música o mantenernos informados. De este modo, a través de un dispositivo de este tipo, el usuario puede mantener una conversación con otros aparatos similares, siempre y cuando estos utilicen la misma frecuencia.
Dentro de este método de comunicación, en un sistema convencional, si un usuario desea hablar con otro deberá hacerlo a través del canal que le haya sido asignado, y si este está ocupado, le resultará imposible transmitir su mensaje. Del mismo modo, si en un momento dado desea establecer comunicación con otro grupo, deberá cambiar manualmente de canal.
Frente a este, el troncalizado (o celular) es un sistema de dos vías que, a diferencia del convencional, emplea un control de acceso al canal para dirigir el tráfico de manera dinámica.
Es pues un sistema más automatizado y complejo, pero que aporta interesantes ventajas, como una mayor eficiencia del espectro y el soporte de un mayor número de usuarios. En este sistema, los usuarios no dependen de un canal determinado para transmitir su mensaje, sino que todos comparten todas las frecuencias y, si un usuario desea transmitir, el sistema le otorga de manera dinámica y transparente un canal libre para que pueda hacerlo. Si en ese momento no hubiera un canal libre, quedaría en cola hasta que uno se liberara.
Veamos un ejemplo. En una oficina de correos, existe una única cola en la que los clientes esperan su turno y el primero de la fila es atendido por la primera ventanilla que quede disponible. En un sistema convencional de radio, utilizando el mismo símil, cada cliente se tendría que dirigir a una ventanilla que le hubiera sido asignada con anterioridad, y tendría que esperar si estuvieran atendiendo a otro cliente aunque el resto de las ventanillas estuvieran libres.
Pero además, el sistema troncalizado ofrece otras ventajas, como que se pueden desarrollar más grupos de conversación con diferentes combinaciones de usuarios independientemente del número de canales, haciendo uso de los tiempos en los que están sin utilizarse; se pueden priorizar llamadas o se pueden enviar mensajes cortos sin ocupar el canal.
En resumen, en los sistemas convencionales no hay una infraestructura que gestione la conexión entre los distintos terminales, sino que los propios equipos se conectan entre ellos o, como mucho, a través de un repetidor de señal. Ello implica que alcance de las comunicaciones depende de la potencia del equipo y de las condiciones del terreno en el que se opere.
Esta infraestructura de red que gestiona las comunicaciones sí que existe en los sistemas celulares. De este modo, el flujo de comunicación es terminal de origen – estación base más cercana – nodo de conmutación – estación base más cercana – terminal de destino. Esto lo hace más adecuado para despliegues de cobertura regional o nacional, permitiendo llamadas desde equipos que estén muy alejados entre sí, algo que sería imposible hacer de radio a radio.