Sin embargo, esta herramienta puede tener aún un mayor potencial en combinación con tecnologías de banda ancha, surgiendo nuevos dispositivos que no solo graban lo que está sucediendo, sino que además envían la imagen de vídeo en vivo al centro de control o a otros terminales.
En un entorno tan complejo como es la operación policial, y ante la creciente necesidad de mostrar la realidad de la actuación, las ventajas de emplear este tipo de dispositivos son evidentes.
Así, en primer lugar, suponen un gran incremento de la seguridad. Durante su intervención, los agentes deben permanecer muy atentos a todo lo que ocurre a su alrededor, sin embargo, puede haber situaciones en los que algún detalle se les escape o, simplemente, puedan necesitar refuerzos ante una situación crítica. En este caso, desde el centro de control se puede seguir la operación a través del vídeo recibido, dando a los efectivos indicaciones precisas o enviar apoyo si así fuera necesario.
Además, diversos estudios han puesto de manifiesto que el uso de este tipo dispositivos reduce la violencia. El hecho de saberse filmados fomenta el buen comportamiento de agentes y ciudadanos, lo que conlleva un menor número de incidentes y de ataques a los oficiales.
Este mejor comportamiento, unido al hecho de que toda la evidencia de la actuación policial queda registrada, se traduce asimismo en una reducción de denuncias y falsas denuncias por mala conducta. Es decir, no solo mejoran la responsabilidad y corrección de los agentes en su operación, sino que además, al quedar registro visual y sonoro, se puede verificar de forma independiente qué sucedió en una determinada situación.
No son estás las únicas ventajas de registrar la operación policial. Las grabaciones aportan información que pudo pasar desadvertida durante la actuación policial, pero que puede ser tremendamente valiosa para el proceso de investigación. Del mismo modo, puede ser aportada como prueba judicial e incluso pueden ser una buena herramienta de aprendizaje para capacitar a los agentes sobre cómo actuar en situaciones de riesgo.
Finalmente, combinado con otras tecnologías, como los sistemas de reconocimiento facial, puede suponer una valiosa herramienta para la localización de sospechosos criminales, pero también de personas desaparecidas o de enfermos de Alzheimer, por ejemplo. De este modo, la imagen captada y enviada por los dispositivos se recibe en el centro de control y se compara con los perfiles almacenados en una base de datos para identificar a la persona. Si hay un resultado positivo, se puede avisar al agente tras un proceso que dura apenas unos segundos.
En su afán de dotar a los usuarios de seguridad pública de las mejores herramientas de comunicaciones críticas, Teltronic también incorpora en su portfolio estos dispositivos, una solución que integra cámara, micrófono con PTT, GPS y una potente plataforma hardware con múltiple conectividad como 4G/LTE o WiFi que cambiará para siempre la forma en que los agentes desarrollan su labor.
De este modo, han sido diseñados para capturar, almacenar y compartir evidencia en video, audio e imagen, permitiendo el envío de fotografías (cuya captura se puede hacer a distintas resoluciones), vídeo y comandos de manera ágil, así como realizar comunicaciones de voz e iniciar una llamada de emergencia. Estos dispositivos incorporan además un botón de emergencia, que inicia de manera automática la grabación cuando es pulsado.
Es importante señalar que, como es propio en los entornos de la comunicaciones críticas, estas cámaras personales soportan la encriptación de vídeos, audios y fotos, de manera que solo se puede acceder a su contenido una vez que han sido desencriptados.
La solución incluye una suite de aplicaciones que, ejecutada en un PC, permite la gestión completa de los dispositivos, la Importación y carga automática de datos en la nube, y la recopilación, ordenación y almacenamiento de las imágenes.
El proceso es muy sencillo. Conectando la unidad multicargador a un pc, que también sirve para programación y actualizaciones de los dispositivos, y a través de una interfaz gráfica sencilla e intuitiva, se pueden visionar, gestionar y compartir los datos de manera sencilla y eficiente.
Posteriormente, desde la herramienta de gestión de la evidencia digital recopila y almacena las pruebas en una red segura, teniendo capacidad para organizar grandes volúmenes de datos, permitiendo etiquetar los distintos registros para facilitar su posterior localización a través de palabras clave. Para una mayor seguridad, se puede definir los permisos que se conceden a los diferentes usuarios y dispone asimismo de mecanismos de buckup.
Además, desde la solución de centro de control se pueden supervisar y controlar las cámaras de forma remota.
